Invasión a-Ucrania obliga a replantear la geopolítica ante riesgo de guerra mundial

El IEPFT reunió a cuatro especialistas para el Coloquio “Ucrania, una sacudida del tablero mundial”, quienes desde distintas visiones analizaron el impacto del conflicto bélico en el resto de los países. Señalaron que están dados tres supuestos de hecho para una conflagración, y cuestionaron la “ambigüedad” en América Latina ante la acción destructora de tropas rusas que lleva más de 80 días.

El avance de las tropas rusas para hacerse de nuevos territorios en Ucrania, en medio de la guerra de más de 80 días, está abriendo paso a un replanteamiento del orden geopolítico mundial. Y este debe responder a situaciones de guerra en el marco del Derecho Internacional Humanitario, resolver el derecho al veto y concitar a los países a defender los principios democráticos.

Las consideraciones se plantearon en el Coloquio  “Ucrania, una sacudida del tablero mundial”, realizado por el Instituto de Estudios  Parlamentarios Fermín Toro (IEPFT) con la participación de expertos de Venezuela, Chile y México, quienes ofrecieron enjundiosas visiones acerca del  mayor conflicto bélico en Europa, desde la Segunda Guerra Mundial.    

Mariano de Alba, consultor internacional y especialista en temas políticos, sociales y económicos de América Latina; Jorge Guzmán,  ex diplomático chileno y profesor de la Universidad Autónoma de Chile; Mónica Laborda, internacionalista mexicana y experta en relaciones internacionales e integración europea; y Ernesto Estévez, analista e historiador venezolano, fueron presentados por Edmundo González, coordinador de Relaciones Internacionales del IEPFT, y conversaron sobre esta guerra que lleva miles de muertes, desaparecidos, y más de 5 millones de personas desplazadas por el conflicto.

“El conflicto ha entrado en una nueva etapa tan peligrosa como devastadora, con riesgos muy serios de extender el escenario del conflicto a otros países vecinos, hasta convertirlo en un conflicto de intereses geopolíticos de incalculables proporciones”, expresó González durante su presentación.

“Más graves aún son las sentencias de que los militares rusos están cometiendo crímenes de guerra y las amenazas de empleo de armas de destrucción masiva. Lo que parece claro son las intenciones de Moscú de asegurar sus zonas de influencia, reconfigurar el orden de seguridad europea, de impedir la ampliación de la OTAN hacia el este de Europa”.  

 En vilo el orden de la geopolítica mundial

Desde una visión geopolítica, Mariano de Alba expuso el tema de la guerra de Ucrania y sus consecuencias para la geopolítica mundial. Señaló los distintos hechos concatenados que se derivan de la invasión rusa a territorio ucraniano, ocurrida el 24 de febrero pasado, y que definen el rumbo del mundo hacia el futuro. Esto, en medio de violaciones al Derecho Internacional Humanitario.

La primera gran consecuencia, indicó, es que la efectividad del orden de la geopolítica mundial, que se acordó en 1945 con la fundación de la ONU luego del final de la Segunda Guerra Mundial, está en duda ante el conflicto bélico. Y esto empuja al mundo “a un replanteamiento eventual de esa arquitectura”.

Consideró que el actual esquema multilateral, que en el pasado funcionó exitosamente en algunos casos, frente a la posibilidad de un conflicto mayor, “es inútil  para responder ante la guerra y reducir al menos el costo humano”.

“Rusia, uno de los actores del conflicto, es miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y además tiene derecho a veto. Por tanto, la respuesta multilateral al conflicto queda congelada. Se plantea con más fuerza la necesidad de una reforma, empezando por la pérdida del derecho a veto en situaciones como esta. Obviamente, no estamos ni remotamente cerca de ese cambio que se produzca, pues Rusia se opondría”.

Refirió además los esfuerzos insuficientes del Secretario General al lograr algunas concesiones humanitarias en Ucrania para el desalojo, mientras Rusia violaba obligaciones del Derecho Internacional Humanitario, el derecho a la guerra, protección a los civiles. “Esto tiene fuerte impacto en la geopolítica”. 

Otra consecuencia es el escenario parecido a la Guerra Fría, pero 2.0, dijo. “La invasión fue tan difícil de justificar que la división en dos bloques no se ha visto tan clara, a pesar de que países en el foro de las Naciones Unidas 24 países votaron en contra  (93 votos a favor) de la resolución condenatoria de la Asamblea General contra Rusia, y algunas discusiones en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.

“La condena diplomática a la invasión y a la guerra ha sido bastante fuerte contra Rusia y esa pretendida legitimidad de la acción bélica la tiene bastante perdida. A pesar de que hay países, y en América Latina hay varios, que tienen vínculos estrechos con Moscú y los van a tratar de mantener”.

También resaltó el aumento de precios del petróleo y de alimentos, y el problema inflacionario, como consecuencia de las sanciones internacionales impuestas a Rusia.

Como otras consecuencias asociadas, mencionó el fin de la interconexión de países en el marco de la globalización, y una fragmentación de las relaciones comerciales, y dependencias energéticas atadas a alianzas políticas y a bloques de países. “Eso hará que el costo de esos intercambios comerciales será mayor para cualquier ciudadano”. 

Resaltó el rol de China frente a la guerra. “Creo que China está viendo muy de cerca el desarrollo de esta guerra en su objetivo de tomar a Taiwán”.

Falta de respuestas de América Latina

Durante su exposición sobre la posición de Iberoamérica frente a la guerra y a un nuevo orden mundial, el especialista chileno Jorge Guzmán fue enfático. “Lo importante de lo que va a surgir con este conflicto es que no solo Estados Unidos sino también las democracias occidentales están decididas a no permitir que Rusia gane esta guerra. Y no puede ganar, no va a ganar”.

En contraste, Iberoamérica, una vez más, carece de una visión a largo plazo ante la guerra, dijo.  “Todos los países de la región evitan el análisis prospectivo y se concentran en reacciones a corto plazo. Y aunque la mayoría de los países se han sumado a la condena, esta ha sido de oficio. No conozco un país de la región que se haya sumado a las sanciones económicas o políticas, o haya retirado a su embajador en Moscú”.

En su análisis señaló que esta manera de entender los conflictos que, precisó, es contraria no solo a la doctrina jurídica de la región, sino también a la forma iberoamericana de resolver los problemas, “ha sido desaprovechada para hacer buena práctica de los principios políticos y diplomáticos enarbolados en organismos internacionales, y de la Carta Democrática”.

Y la razón es diversa, indicó. “Uno observa que en todos los casos o hay un exceso de ideologismo o hay un exceso de cálculo comercial. Eso permite categorizar de modo muy simple cómo nuestra región ha visto o ha asumido una tragedia que ya lleva miles de muertos, inclusive miles de muchachos rusos entre 18 y 22 años”.  

Luego de fustigar las “actitudes ambiguas” y falta de respuesta de México, Brasil, Chile y Argentina, “de dos presidentes que invitan a Rusia a invertir”, consideró que “es miopía no entender que el nuevo orden tiene nuevas condiciones”.

Frente a esto, resaltó la posición de Europa frente a Rusia, pese a que es un problema para su seguridad, y concretamente de Alemania.

La visita del canciller Olaf Scholz al primer ministro japonés Kishida Fumio, lo evidenció con una declaración que dejó claro que el comercio no es todo.

 “Para que una relación normal entre dos Estados es fundamental que ambos coincidan en el respeto al Derecho Internacional y a los Derechos Humanos. Ese mensaje en Asia fue dirigido a China, que asumió que los efectos multiplicadores de la invasión de Ucrania tiene sus límites”. 

Europa ante la guerra

Correspondió a la académica mexicana Laborda analizar, con  visión europeísta, el papel de Europa y OTAN en la crisis de Ucrania.

Señaló que este país, el segundo más extenso de Europa, con casi 700 mil kilómetros cuadrados y con capacidad de recursos y poder desde el punto de vista político, energético y agrícola, tiene una posición geoestratégica y geopolítica fundamental.

Es no solo  puente conector entre Rusia y Occidente, sino también dentro del continente europeo que conoce desde 2008 la guerra en Dombás.

Además de poseer tierras fértiles y de ser considerado el granero del mundo, sirve de  paso de gasoductos de Rusia hacia Europa, con excepción de uno que abastecería de gas, desde Moscú hasta Alemania, a Europa y que por la guerra no ha no ha funcionado

Esta red de gasoductos que pasa por ucrania (Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo en el mundo y sumin8istrador de gas de Europa que ya busca nuevos proveedores.

Pero la crisis no solo afecta desde el punto de vista político y económico, sino en otras esferas, indicó la experta.

En Ucrania existe una división étnico-lingüística. El lado este que está más cercano a Rusia es pro ruso,  mientras que el lado que colinda con Europa es más occidental.  No obstante, la población ucraniana y de origen ruso convergen en el mismo territorio. También hay partidos políticos pro rusos y grupos neonazis que sirven de uno de los pretextos a Putin para la invasión.

Por otro lado, mencionó el reposicionamiento de Rusia como potencia energética del siglo XXI, para  sentarse con los Estados Unidos a negociar e invadir Ucrania. “Además de ser el suministrador de gas de Europa, es el segundo mayor exportador de petróleo en el mundo, y valora la importancia de esta política energética y cuenta con su propia política energética”.

Además Rusia es proveedor de materias primas clave como paladio, platino, oro, petróleo, níquel, trigo, aluminio, carbón, cobre y plata.

“Estas sanciones impuestas por occidente tienen un efecto búmeran en el mundo y así lo estamos resintiendo en Iberoamérica”.

“Para Europa es importante el hecho de que Rusia está violando el derecho internacional y no hay justificación ni estatuto jurídico que dé sustento a esta invasión armada”, expresó. Y afirmó que Europa  no permitirá que prosiga la violación flagrante. “Dentro del Consejo de Seguridad y de la Unión Europea tiene dos miembros permanentes”.

Refirió que el desplazamiento forzado de civiles ucranianos que llegan a más de 5 millones, en el  tiempo que lleva la guerra, es un hecho inédito para Europa, por lo que está trabajando en ello. “Sobre todo el éxodo femenino que proviene de Ucrania requiere de atención  especial, tanto de Acnur, como de la solidaridad  de la Unión Europea y de la ONU, para minimizar ese costo humanitario”.   

Frente este hecho, el panorama económico en Europa es complicado y luego de la desaceleración debido a la pandemia, ahora en países como Inglaterra y Dinamarca crece la inflación.      

Tres supuestos para la guerra mundial

Al analizar las posibilidades de una tercera guerra mundial, Estévez  indicó que la invasión a Ucrania “estaba literalmente escrita en la historia”, luego de citar la frase “Lo único nuevo en el mundo es la historia que no conoces” del presidente estadounidense Harry Truman (1884-1972)

Citó la invasión de Polonia por las fuerzas de Hitler en 1939, determinada por pretensiones expansionistas, que desencadenó la Segunda Guerra Mundial.  “Las causas son las mismas que juega Putin desde Rusia pero solo esperemos que el resultado no sea el mismo”, dijo.

Ilustró con un recorrido cronológico cómo “el pretendido avance de Rusia en Ucrania no está funcionando”, debido a los duros golpes asestados a las tropas de Putin,  y también cómo las reacciones de Moscú contra los Estados Unidos “nos debe alarmar”.

“¿Estamos o no en la antesala de la tercera guerra mundial?”, se preguntó el especialista y mencionó los tres supuestos de hecho que definen un conflicto bélico mundial. El primero, que sea una guerra militar; el segundo, que involucre dos o más naciones; y el tercero, que el conflicto armado tenga incidencia en el resto del mundo.

“Estamos en un conflicto entre tropas rusas y ucranianas, aunque se han incorporado voluntarios rusos, y han muerto más de 10 mil civiles, destruido infraestructuras y perdido tropas, lo que nos indica que estamos indiscutiblemente ante un conflicto bélico”.

Luego de aludir el segundo supuesto “que es clave” y que se concretó con la incorporación de los Estados Unidos como “otro país beligerante”, a través de las declaraciones del secretario general de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, Estévez se refirió al tercer supuesto.

“La información indica que es evidente que estamos confrontando la crisis humanitaria más grave  desde la Segunda Guerra Mundial; hay 44 millones de personas que se encaminan hacia la hambruna, pues el desabastecimiento de granos, trigo y aceites vegetales afecta a Medio Oriente, África y Asia”.

Y agregó: “Los tres supuestos de hecho de una guerra mundial están sobre la mesa. Yo rezo para que los hombres que tienen el poder de decisión recuerden lo que dijo (Albert) Einstein: ‘No sé cómo será la tercera guerra mundial, pero la cuarta será con arcos y flechas”.    

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