LUIS ENRIQUE OBERTO G. (1928-2022)
Ingeniero Civil de profesión, ministro como Jefe de Cordiplan y titular de Hacienda, académico de las Ciencias Económicas y de la Ingeniería y el Habitat, Luis Enrique Oberto G. será principalmente recordado y reconocido como un parlamentario de excepcional distinción y útiles ejecutorias.
Pocos como él tomaron en serio el trabajo parlamentario, Oberto fue un diputado estudioso, dedicado, cuidadoso en las opiniones nunca improvisadas. Sus intervenciones en Cámara se leían mejor de lo que se escuchaban, pero también supo conducir las sesiones durante su Presidencia con tino, seguridad y estricto apego al Reglamento y fidelidad a la Constitución.
Su fuerte fue el trabajo en las comisiones. El parlamento en una cuenca hidrográfica, lo que desemboca en la Cámara viene de los afluentes que son las comisiones. Si éstas no producen, no hay caudal que llene la cuenta, el orden del día y en consecuencia los debates y sus resultados. Oberto presidió la Comisión de Finanzas y también fue por largo tiempo coordinador de la fracción socialcristiana en ella, en llave con tanta brillantez como autoridad con Haydeé Castillo de López. En el quinquenio 1994-99, el último de su vida parlamentaria, presidió la Comisión Legislativa en su etapa más productiva. Entonces le tocó atender la crisis financiera, cuyos exigentes y apremiantes requerimientos regulatorios fueron remitidos a la comisión y tramitados por ésta. También se ocupó de la reforma judicial, cuya joya de la corona fue en Código Orgánico Procesal Penal, pero que entregó otras seis leyes relativas al Poder Judicial, la Carrera Judicial, el Consejo de la Judicatura, el Ministerio Público, la Policía Judicial y la Justicia Militar.
Cuando, como jefe de la fracción socialcristiana en el Congreso lo propuse para esa responsabilidad, alguien me recordó lo obvio, su condición de ingeniero, con el añadido “no es jurista”. Mi respuesta convencida fue, “Es legislador”. Y su trabajo lo demostró.
RGA