La crisis venezolana y el tablero internacional
Por: Edmundo González Urrutia
La crisis de Venezuela ha entrado en una fase peligrosa cuyo desenlace resulta impredecible aunque pocos auguran una salida en paz. La obstinada terquedad del régimen de oponerse a la apertura de un canal humanitario para recibir insumos médicos y alimentos, es un nuevo punto de fricción que en poco contribuye a la resolución de los problemas
Observadores extranjeros manejan con extremo cuidado la posibilidad de una transición pacífica y los frágiles mecanismos para alcanzarla. En casi todos estos escenarios el papel de las Fuerzas Armadas resulta un elemento clave de las posibles soluciones dado el creciente papel que éstas vienen jugando como actor clave en la política nacional.
La Ley de Amnistía aprobada por la Asamblea Nacional es un paso importante en ese sentido aunque las suspicacias y recelos entre el mundo político y el militar son importantes. A la hora de la verdad será complejo manejar la amnistía a los autores de crímenes ocurridos en estos últimos años y al mismo tiempo su necesaria reinserción a la sociedad.
Los propios voceros oficiales están contribuyendo a la creación de un peligroso ambiente belicista: el discurso y reiterados llamados a defendernos de una intervención armada que convertiría a nuestro país en nuevo Vietnam; la decisión de incorporar la milicia a los componentes Guardia Nacional y Ejército; la realización de ejercicios militares integrales en diversos puntos del país y otros que han anunciado para los días 10 y 15 de febrero; la suspensión de operaciones de aviación general en todo el espacio aéreo, son algunas de estas señales.
La realidad es que el escenario internacional cambió. Un gobierno crecientemente débil y aislado internacionalmente; la estructuración de alianzas donde el componente geopolítico es clave; la agenda tradicional –derechos humanos, democracia, gobernabilidad – ha cedido espacio en detrimento de escenarios más complejos en los que Venezuela es una pieza de juegos estratégicos.
Por si fuera poco, el Consejo de Seguridad de la ONU, el órgano encargado de velar por la paz y seguridad internacionales, celebró recientemente una sesión extraordinaria para analizar la situación en nuestro país. A pesar de la oposición de Rusia y China, los principales aliados del régimen venezolano, la sesión del Consejo se realizó y fue notoria el alineamiento de rechazo al régimen venezolano.
En este caso, Rusia parece ser el aliado estratégico más visible e importante que le queda al régimen dado el pragmatismo que ha sostenido el gobierno chino. En efecto voceros oficiales de Beijing han reconocido que su gobierno “está manteniendo contactos cercanos con todas las partes” del conflicto en Venezuela “a través de varios canales” y que está preparada para trabajar con todos los sectores.
Otro elemento a destacar en esta encrucijada, es la amplia ola de respaldos que viene recibiendo el diputado Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela por diversos actores de la comunidad internacional.
Caracas, 5 de febrero 2019