Bachelet: un demoledor informe

Por: Edmundo González Urrutia

No es poca cosa lo dicho por la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet durante su intervención ante el Consejo que preside. La alta funcionario habló y lo hizo fuerte y claro ante los representantes diplomáticos de los países que integran el Consejo reunidos en la sede de la Organización en Ginebra.

Fue su primer mensaje desde que asumió esas funciones y lo hizo no sólo para referirse a la aguda crisis que vive Venezuela, sino para denunciar las torturas, asesinatos y violaciones a los derechos humanos por parte del régimen venezolano.

Su intervención coincide con la visita que hace a Venezuela una misión técnica de la ONU que vino a constatar in situ la grave situación de nuestro país. Se trató de una evaluación preliminar que será completada próximamente al finalizar la misión.

Esto dijo la Alta Comisionada: 

“Estoy profundamente preocupada por la magnitud y la gravedad del impacto en los derechos humanos de la crisis actual en Venezuela, la cual es también un factor de desestabilización en la región«.  En otras palabras, la crisis en nuestro país es tan grave que ya desborda los espacios nacionales para convertirse en una amenaza a la paz y seguridad internacional como también se ha señalado en reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU para analizar la situación en nuestro país.

Se refirió a las aberrantes violaciones de los derechos humanos y los abusos cometidos por funcionarios de seguridad y grupos paramilitares (los colectivos) que actúan en complicidad con las autoridades y son los responsables de homicidios, detenciones arbitrarias, torturas, allanamientos ilegales, amenazas e intimidaciones. Específicamente responsabilizó al FAES, convertido en un grupo de exterminio, de haber asesinado a más de 200 personas entre el 2018 y 2019. Tales asesinatos son presentados luego como resultado de enfrentamientos con los cuerpos policiales.

Denunció el creciente deterioro de los derechos sociales y económicos y la gravedad de una crisis en materia de salud, alimentación y servicios básicos, situación ésta que es negada por el gobierno venezolano.

Expuso las reales dimensiones de la deserción escolar, el colapso de los servicios públicos y de la infraestructura, el éxodo de más de tres millones de venezolanos que han huido del país en búsqueda de alimentos, atención médica, empleo y seguridad.

También se refirió a las limitaciones a la libertad de expresión y al uso de la ley contra el odio para arbitrariamente procesar a periodistas y a cualquiera que exprese opiniones disidentes.

Este informe preliminar presentado por Michelle Bachelet reveló el peor rostro del régimen en materia de violaciones a los derechos humanos. Es de presumir que el documento final será aún más contundente en línea con los dos informes anteriores presentados por su antecesor.

De poco valieron las visitas del canciller Arreaza a Ginebra en un intento por morigerar las denuncias que se veían venir. En esta oportunidad los delegados que asistieron a la reunión del Consejo de Derechos Humanos permanecieron en sus asientos, escucharon atentamente la presentación y no dejaron la sala vacía.

Caracas, 21 de marzo 2019

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