¿ALIANZA ATLÁNTICA POR LA DEMOCRACIA?

En un mundo de agenda compleja que mira al Pacífico

El Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro (IEPFT) escuchó a un grupo internacional de expertos a un coloquio para analizar las relaciones entre Estados Unidos y Europa y su incidencia en América Latina, actividad que tuvo como objetivo enriquecer el debate sobre las relaciones trasatlánticas entre ambos actores y la forma en la que estas impactan en nuestra región.


En primer lugar, la directora del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Susanne Gratius, enfocó su intervención en la relación trasatlántica que sostienen la Unión Europea y Estados Unidos, la cual ha venido mejorando tras el fin de la administración de Donald Trump, no solo en materia comercial sino incluso política, pues los temas de agenda del presidente Joe Biden retoman variables que habían sido desplazados. “El pilar económico y político de esta relación trasatlántica, que realmente es estratégica, hace que la Unión Europea tenga un solo socio estratégico que diría, es Estados Unidos. Brasil, México, Canadá que también son estratégicos, no lo son en la primera línea, porque económicamente solo Estados Unidos y la Unión Europea representan un 42% del PIB mundial”. Sin embargo, alertó que los cambios de poder en Alemania, Francia y la debilidad cuestionada –incluso dentro de las filas demócratas– del presidente Biden en Estados Unidos pone en entredicho la fortaleza en el tablero internacional de ambos actores.


Con respecto a América Latina, la profesora manifestó que dicha relación triangular se maneja en torno al carácter preponderante aunque ambos tienen intereses comunes en ciertos países de la región como Colombia, Cuba (pese a la diferencia en las políticas aplicadas) y Venezuela, perdiendo en este último la capacidad de influencia y presencia en torno a la crisis. “Para Estados Unidos la prioridad es México, estratégicamente va a seguir siendo México, y Venezuela lo será por otros motivos y quizás Colombia. En cambio para la UE sigue siendo Brasil, por el gran acuerdo que nunca se traduce en realidad entre Unión Europea y MERCOSUR”.


Seguidamente, el investigador principal del Instituto Real Elcano, Carlos Malamud, examinó el carácter histórico de la relación que se remonta a épocas de la Guerra Fría pero, tras la llegada del siglo XXI y siendo China un actor que suma relevancia en el sistema internacional, Estados Unidos a través de las políticas implementadas por Barack Obama hizo que la Unión Europea perdiera relevancia, acelerándose este fenómeno con Donald Trump en el poder. “Trump deteriora totalmente la alianza con la Unión Europea e inclusive se llega a una devaluación del papel de la OTAN a nivel internacional”. A su juicio, la llegada de Joe Biden, e incluso de próximas administraciones estadounidenses, sean republicanas o demócratas, mantendrán su foco de atención en Pekín; mientras la Unión Europea continúa atravesando por crisis internas poniendo como ejemplo el Brexit y el conflicto con Polonia, que ponen en entredicho los equilibrios internos que permitirán garantizar el futuro de la comunidad.


Por su parte, asegura el académico que la fragmentación en América Latina implica una política específica de ambos actores en función de cada país de la región. “En las últimas décadas del siglo XX era posible tener una política global hacia América Latina y de hecho Estados Unidos la tenía y España también. Hoy por hoy es prácticamente imposible. La fragmentación y la heterogeneidad en los gobiernos de la región hace que esto no sea posible más”.


Finalmente, el embajador de Venezuela ante la Unión Europea desde 1996 hasta 2002, Luis Xavier Grisanti, centró sus palabras en analizar las cifras estadísticas, especialmente de índole económico, que giran en torno a la relación trasatlántica. “Si fuera solo por razones geoeconómicas, América Latina y el Caribe no pueden estar a espaldas de lo que acontece en las relaciones de los Estados Unidos y la Unión Europea, ni desaprovechar las oportunidades de comercio e inversión actuales y futuras de cara a su desarrollo socioeconómico integral y sustentable”. El también economista subrayó los fenómenos que han afectado la configuración de una alianza más cohesionada, destacando la radicalización de las diferencias ideológicas, la polarización política en las sociedades estadounidenses, europeas y latinoamericanas y el surgimiento de ultranacionalismos identitarios.


Tras culminar las ponencias, el exdiputado José Ignacio Salafranca clausuró la sesión, señalando en sus comentarios el declive europeo y occidental en temas políticos, económicos y demográficos. “Hay nuevos actores que están apareciendo en la escena internacional que tienen una visión del mundo que no coincide con nuestra propia visión y que de alguna manera trazan un desafío encima de la mesa que es la disputa del liderazgo económico y tecnológico que en este momento plantea China”.


El IEPFT tiene entre sus prioridades el estudio del impacto de la dinámica internacional en la actualidad, de allí que de manera regular organice encuentros y fomente la investigación a través de la promoción de un sello editorial y de conversatorios que permitan la formación del ciudadano, el enriquecimiento de la visión de académicos y estudiosos y la preparación de dirigentes políticos y sociales.

Por Ivette Zaunith Daza León

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