Acuerdos políticos serán clave para impedir la incertidumbre y profundización de la brecha con los ciudadanos

El Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro abrió el año con el noveno foro de perspectivas,  con el ánimo de ofrecer a dirigentes y sociedad civil insumos para afrontar los nuevos tiempos, entre la COVID-19 y una tímida  reactivación económica. Los especialistas Alejandro Oliveros, Patricia Valenzuela, Ramón José Medina, Magaly Vásquez y Edmundo González aportaron sus análisis y recomendaciones.

En 2022, Venezuela como nunca antes requerirá de acuerdos políticos  que impidan que la incertidumbre arrope los tímidos signos de recuperación económica y profundice la brecha entre la política y los ciudadanos. “La economía ha dejado de caer”, de acuerdo con las proyecciones técnicas que indican un crecimiento de 3.1% interanual. Y esto por encima de los efectos negativos de la COVID-19 que persistirán por tercer año consecutivo. 

“Si nosotros no logramos acuerdos políticos amplios es muy difícil que la saquemos de ese pozo; son oportunidades para algunos sectores, aunque persiste una mejora  muy débil que no llega  a la mayoría de los ciudadanos.  Por eso es muy importante la construcción de acuerdos políticos que permita  cooperación internacional y que la economía mejore”,  expresó el economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica.

El especialista participó en el Foro Perspectivas 2022,  convocado por el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro (IEPFT) que inició el año con la nueva edición de eventos sobre el futuro inmediato de Venezuela.

En el evento también aportaron sus visiones la especialista Patricia Valenzuela, médico internista y vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología; así como la abogada Magaly Vásquez, especialista en Ciencias Penales y Criminológicas, quien analizó el tema de la Institucionalidad y la supuesta reforma judicial.  Por el Instituto intervinieron su vicepresidente, Ramón José Medina, y el embajador Edmundo González, coordinador del grupo de trabajo sobre Seguimiento Internacional del IEPFT, a quien correspondió analizar el futuro de Venezuela el entorno internacional.

Foro para apoyar en la toma de decisiones

El profesor Ramón Guillermo Aveledo, presidente del IEPFT, presentó el foro de modo virtual que desde 2014  la institución convoca con el propósito de “proveer a dirigentes y ciudadanos de herramientas e insumos para su toma de decisiones”.

“En medio de una crisis que no cesa, pero que sí se transforma internamente, que “muta”, como el virus de la pandemia de la COVID-19, reunimos a un grupo muy distinguido de expertos, a quienes agradecemos su valioso aporte”, expresó.  

Agradeció también la alianza de la Universidad Católica Andrés Bello y a Universitas Fundación por su apoyo técnico, en la realización de estos eventos esenciales para la promoción democrática. Y también a la diputada del Consejo Legislativo del estado Miranda, Michelle Vielleville, a quien correspondió la moderación del evento.

Desafíos en 2022 ante la COVID-19 y el Ómicron

Patricia Valenzuela, médico internista y vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, inició las presentaciones con una exposición descarnada de lo que ha significado la pandemia de la COVID-19 desde su aparición en 2020, sus variantes, y los desafíos que representa para 2022. “Continuará con nosotros”,  recordó.

Luego de realizar un recorrido, hasta el 16 de enero, del récord histórico que ha reportado la COVID-19 en el mundo, “3.8 veces mayor que la semana más alta reciente”, expuso cómo Venezuela lucha por avanzar contra la propagación veloz del virus, las variantes como Ómicron, las carencias y los subregistros.  Esto, mientras en otros países se reasumen medidas de bioseguridad, trabajos remotos y requisitos de vacunación completa para ingresar a los países.

Indicó que en el país se observó la última semana un aumento récord inclusive de cualquier pico previo declarado por las autoridades del país.  Además, valores de reacciones de polimerasa y los PCR en tiempo real para SARS-CoV-2 positivo llegaron al récord histórico.  “Hemos tenido 2.090 pruebas positivas en un día”.

Sin embargo, persisten deficiencias, después de dos años en la toma de muestras, para la realización de PCR en tiempo real, principalmente, la reacción en cadena en polimerasa y las pruebas de detección de antígenos buena parte del país. Un camino hacia la poca certeza, la incertidumbre.

“En las últimas semanas, entre siete u ocho estados no reportan información  y no es porque no tengan casos sino porque no se están haciendo las pruebas”,  señaló. “Nunca hemos tenido la información oficial sobre el número  de PCR en tiempo real que se realiza.  Es posible que estemos llegando a proporciones muy altas, probablemente 40 o 50% de las pruebas realizadas están positivas.  Y también posible que estemos a punto de alcanzar el umbral de detección logística”. 

Agregó que a pesar de que la OMS en Venezuela informó que se están haciendo 5000 PCR en tiempo real diarios, no hay certeza de que los resultados estén incorporados al reporte diario de nuevos casos de la COVID-19.  “Sabemos que el PCR en tiempo real no se realiza en la mayoría de nuestros hospitales públicos y en consecuencia 80% en promedio del abordaje diagnóstico y terapéutico de los pacientes que acuden  a las emergencias de nuestros hospitales, es a través del criterio clínico”.

El incremento desmedido de casos se observa en indicadores de  casos respiratorios en unidades críticas, en demanda de servicios –“la variables de ocupación de las unidades de emergencia están cerca al 20 o 30% de ocupación desde el inicio de pandemia”- ventiladores mecánicos de 30%, y emergencias de UCI mayor de 20%.

Frente a esto, las deficiencias resaltan durante el monitoreo de insumos de protección para el personal de salud de primera línea para atender pacientes sospechosos o confirmados de COVID-19.

Destacó que a pesar de que la clínica tiene su antes y después de la variante Ómicron, aparecida en noviembre y con más de 30 mutaciones, y que se encuentra en la mayoría de los casos, las variantes iniciales Gama y Delta siguen presentes, esta última en el sur del país, con sus mismos síntomas que requerirán hospitalización.

Por esto resaltó la importancia de la tercera dosis de vacunación para 2022. En Venezuela la tasa de cobertura de vacunación de dos dosis en adultos es de 36.28 hasta diciembre 2021 en una población general de 28 millones de personas, de acuerdo con estudios recientes. “Cuando es población adulta alcanza un 54.8%”. En el país contamos con 399 centros de vacunación, informó.

Valenzuela precisó que las necesidades humanitarias que se detectaron en 2021 prevalecerán en 2022 en Venezuela. Y será indispensable enfocarse en la seguridad alimentaria, los servicios básicos, la movilidad humana y la protección de la salud y la educación.

 “Con la COVID-19 se restringieron todos los servicios  de salud de atención esenciales, por confinamiento  y se afectaron principalmente el control de las enfermedades y el acceso a la salud sexual y reproductiva de la mujer. También se afectó el Plan ampliado de Vacunación. Nuestros niños dejaron de recibir  dosis correspondientes a sus series primarias de vacunación,  se desataron otras enfermedades como Malaria que aportó más de 50% de casos a la región; y el brote de Fiebre Amarilla en Anzoátegui”.

Pero también la COVID-19 continuará afectando la educación global en 2022 y debemos  mejorar este aspecto sobretodo en el país

Venezuela fue uno de los países que mantuvo sus escuelas cerradas por más 41 semanas y eso afectó la escolaridad de 6.8 millones de estudiantes, señaló Valenzuela. Al menos 20% de estudiantes tuvieron dificultades para completar su año escolar porque la dificultad de la modalidad de educación a distancia en zonas remotas. “Los indígenas fueron los más afectados“.

“El cierre global de nuestras escuelas refleja la fragilidad de nuestro sistema tanto educativo como de salud, y hay que garantizar condiciones seguras. Apoyar a toda nuestra comunidad educativa de planteles debe ser un punto  importante en 2022”

Recuperación económica con acuerdos

Frente al panorama pandémico, Olivares presentó sus proyecciones económicas para 2022 durante la presentación  de sus perspectivas. Destacó “buenas nuevas” en medio de “matices”, para la economía y el sector privado fundamentalmente, así como los retos que esto representará.  Explicó cinco elementos con los que, en su opinión,  arranca  el nuevo año

En primer lugar, un año de inflexión. “Después de la contracción que vivimos entre 2014 y 2020, hoy la economía está entrando en otra etapa más de estancamiento,  de estatización en el foso, pero tiene unas nuevas realidades evaluar; es la menor de los últimos años”.   A esto sumó la dolarización: dos tercios de las transacciones se pagan en una moneda diferente al bolívar, “lo cual supone un reto financiero y gerencial para las empresas en Venezuela”, precisó.

Indicó además una “leve mejora de la situación de caja” que experimentó el gobierno en 2021, con el aumento relativo de producción petrolera y los precios petroleros que “se visualizan para 2022”, y que representó un ingreso mayor y también probabilidad de fortalezas.  También mencionó la “economía negra” relacionada con la llamada burbuja o nichos de consumo; y la sobrevaluación de los precios en dólares.

Destacó que pese a la contracción hay signos de crecimiento como el del sector privado (3.1% en base interanual) frente al sector  público que cayó 5.4%, lo que indica “la entrada al dinamismo”. 

“El sector privado, ya desde 2021, comienza a crecer y lo hace a través de sectores que son importantes, y que no son las burbujas y bodegones, o Las Mercedes. Cuando vemos la  data, encontramos que sectores como Salud. Este tuvo en 2021 un crecimiento importante de 30% en términos de volúmenes. Este engloba tres actividades: la producción de medicamentos, servicios médicos y cuidado personal,  pero  sobre todo la primera está creciendo en forma importante”

A este adicionó los  servicios profesionales con la mejora en honorarios, el sector alimentos, comercios minoristas y tecnología.

Señaló otros elementos vinculados al gobierno como la diversificación de la fuente de ingresos que hoy representan cerca de 65%;  el gasto en dólares que ya no se convierten en bolívares sino que se les inyecta directamente a la economía;  y la raya a inflación. “Es un triunfo político, aunque mucho de lo que está aplicando para ello sean medidas que restringen el crecimiento”.

Al llevar todos estos escenarios al cuadro del PIB en tamaño de la economía con el PIB per cápita como medida de riqueza, afirmó que Venezuela se cayó junto con Nicaragua, Haití, Honduras, Bolivia y El Salvador, a la categoría de ser un país estructuralmente pobre. “Esto no implica tampoco que no hay  oportunidad de negocios o ganancias para el sector privado. Lo que sí implica es que hay que abordar esos negocios y dinámicas desde otra perspectiva de un país más pequeño, más pobre y también  más desigual”.

Y explicó: “Tenemos un Estado que más allá de su estructura represiva de control social, es un Estado ausente como hacedor de políticas públicas, y eso explica un poco el profundo grado de desigualdad de exclusión de un importante grupo de ciudadanos, sobre todo de empleados públicos y pensionados, que no tienen capacidad de beneficiarse de este sistema por un Estado colapsado que no puede pagar sueldos de calidad, de pensiones de calidad, ni servicios públicos de calidad.  Este tema es trascendental porque muchas de las áreas de mejoras que están ocurriendo en la economía van a tener un límite en su crecimiento, mientras  no se resuelva el problema del impacto que es el tema de ausencia de Estado”.

Consideró como otro cambio  importante la reducción en la recaudación de impuestos que tiene incidencia en la baja de la tasa de inflación. “Según el BCV la tasa  es de 686% en 2021 aunque a nosotros nos dio cercano a 720% el año pasado, y la subida de  dólares según  nuestros cálculos estuvo en el orden de 40%”.

¿Cuál es el mayor desafío de ciudadanos y empresas para 2022? se preguntó Oliveros:   El aumento del costo de vida en dólares que calculó en 25%, precisó. “Lo que usted compraba con 100 dólares en diciembre de 2018, a octubre de 2021 requiere el equivalente a 330 dólares para adquirir las mismas cosas”. Proyectó  un escenario de recuperación del consumo privado de 10%  “importante para las de consumo masivo”, en el que además no se prevé incrementos en importaciones.

Para ello es clave, dijo, entender que el contexto en el que se experimenta ese “crecimiento” de 7% en nueve sectores es muy débil, después de haber caído 80% en años anteriores.  

Cerró su intervención con una advertencia frente al terco estancamiento de la economía, a pesar de que dejó de caer. “Es muy importante la construcción de acuerdos políticos que permita  cooperación internacional y que la economía mejore.

Actuar frente a la incertidumbre política

En materia política para 2022, Ramón José Medina expuso su opinión sobre el panorama que prevalecerá en Venezuela. Señaló que la incertidumbre, como en 2021, estará presente. Resaltó la necesidad de decisiones coherentes y asertivas en la oposición, como el principal reto de este año.  

“¿Procederán de distintas forma como lo han hecho hasta ahora los dirigentes de la oposición en procura de la unidad y su fortalecimiento? ¿Abordarán  la restructuración de sus partidos, lograrán negociaciones con el gobierno  en condiciones más amplias e igualitarias?  Esta es la gran  preocupación,  porque de seguir como vamos la incertidumbre se seguirá apoderando de todos nosotros y habrá un mayor divorcio entre los ciudadanos y los partidos políticos o la política”, advirtió.

Medina, a lo largo de su exposición, hizo referencia sobre los sucesos que determinaron el desarrollo de la política en los últimos años, a partir de la reconquista unitaria de 2009, a pesar de las confrontaciones y problemas complejos  entre 2000 y aquel año. Hasta obtener el triunfo rotundo de 2015 en la AN, donde se logró la mayoría calificada en años. “Se logró establecer una instancia unitaria bastante sólida, que no solo era eficiente, sino que además hubo una gran responsabilidad de los líderes políticos del momento en avanzar a través de esa instancia, respetando los reglamentos y acuerdos a los que se había llegado”

Sin embargo, una sucesiva cadena de errores redujo la efectividad de la instancia unitaria, las estrategias comunes y la resolución de sus problemas. Su discurso, dijo, perdió conexión, debido a la confrontación propiciada desde el gobierno y desde la misma oposición.  “Esto nos trajo en 2021 con una indefinición  a retomar el camino electoral como la vía que ya habíamos practicado y es la más conveniente a nuestros juicio para lograr los cambios necesarios para el país”.

Su análisis se centró en el proceso electoral del 21 de noviembre de 2021, en medio de la crisis ocasionada por Nicolás Maduro desde que 2023. “Mientras el gobierno se debilita entre corrupción e ineficiencia, la oposición en vez de lograr aprovechar la circunstancia fortaleciendo a la Unidad y estableciendo estrategias conjuntas de enfrentamiento al gobierno, lo que ha hecho es desmembrarse dentro de la propia unidad, y tenemos no solo la Plataforma Unitaria o G4, sino también la Alianza Democrática y algunos otros partidos que andan a la volandera dentro del espectro político”.

Fustigó la actitud “injustificable” de los lideres del llamado G4 o Plataforma Unitaria, en decidir no solo con retraso la participación, sino también la “manera inadecuada” de elección de los candidatos.  Y también la “falta de respeto por los acuerdos a los que habían llegado entre ellos mismos” y que, agregó, ocasionaron la división de la oposición.

Medina avizoró el agrandamiento de la brecha entre el sector político y el ciudadano como uno de los más serios problemas para 2022.

“Las acciones que afectan la credibilidad del llamado gobierno interino en instancias no solo nacionales sino también internacionales y que han sido su soporte;  y la falta de  estrategias compartidas y de resultados en cuanto a lo ofrecido, han ocasionado distanciamientos mayores entre el sector político y el ciudadano común, el cual teniendo encima  la crisis social y económica, está hoy  desligado de la actividad política porque no encuentra un asidero, porque el mensaje político se ha olvidado de la crisis que vive el venezolano y este está buscando de algún modo sobrevivir a la crisis”.

Sumó a este escenario la relación gobierno y oposición,  y sus accidentados acercamientos con varias de sus instancias en mesas de conversaciones, los cuales ya ´procura implosionar “con exigencias inaceptables como la incorporación de Alex Saab al equipo de negociación por parte del gobierno”.   Y también el referéndum.

 “Ya vemos que el gobierno a partir del 21 de noviembre aparece más ofensivo, ya hay señales de agresión y represión contra la oposición, en especial contra dirigentes del G4. Ya incluso, ante la posibilidad que teníamos de abordar el ejercicio de ciertos derechos de referendo y que creo que no estábamos en condiciones de enfrentar dada la experiencia de 2021, el propio gobierno lo implosiona, busca un mecanismo ante la activación solicitada sin el debido acuerdo entre distintos sectores de oposición, ya dio cabida a decisiones que lo implosionan”.

“Nos queda en definitiva plantearnos la restructuración de una instancia unitaria con suficientemente sólida, responsable, que actúe adecuadamente y se acerque más a la gente y a la sociedad civil que pueda generar alguna credibilidad que sea suficiente hacia la elección  de 2024. Eso requiere también una reestructuración de los propios partidos para poder tener una participación electoral suficientemente aceitada, elaborada que pueda  sentar el proceso que vimos en Barinas y desde 2009 en cada proceso electoral”.

Más debilitamiento institucional con la reforma judicial en 2022

La especialista Magaly Vázquez centró su presentación sobre la Institucionalidad, en la negativa del Estado en acoger las recomendaciones hechas por la CIDH en su informe 2017 para vigorizar la democracia. Ese informe  evidenció que factores imprescindibles como la separación, independencia y equilibrio de poderes, así como el ejercicio efectivo de derechos políticos a través de elecciones libres y justas, no estaban presentes en Venezuela, “afectando la vigencia de una democracia sustantiva”.

Al abordar la relación entre los poderes Ejecutivo y Judicial se refirió a la supuesta reforma judicial contenida en el grupo de 23 leyes para 2022,  y  al regreso a 20 magistrados en el TSJ, uno de los cambios previstos en la reforma de Ley Orgánica del TSJ que encabeza la agenda legislativa. Consideró que esta nueva modificación tiene poca significación pues “pareciera que a estas alturas el órgano está controlado suficientemente”. No obstante, “es evidente que la selección de quienes resulten magistrados no cumple con los estándares internacionales y recomendaciones de diversos órganos del sistema internacional de derecho s humanos”.

Puntualizó que el Poder Legislativo con todos esos cambios trató de favorecer la percepción de respeto y promoción de derechos humanos, ante la llegada del fiscal ante la CPI, pero nada ha mejorado.

“En Venezuela nos hemos acostumbrado en las últimas décadas a que los lineamientos para la actuación judicial se imparten en el poder Ejecutivo, además lo hace públicamente y pareciera que no hay ninguna disposición a que cambie”.

La pandemia y la paz mundial

Por su parte, el embajador Edmundo González se enfocó en el acontecer mundial en el nuevo año y cómo Venezuela se ubica en el movimiento mundial. Refirió que si en 2021 la incertidumbre, la inestabilidad y el desconcierto fueron factores predominantes en el tablero geopolítico global. “para esta fecha pareciera que el panorama no ha cambiado mucho”.

“A dos años de la aparición de la pandemia en Wuham, China, la realidad es que continuamos viviendo en incertidumbre,  la desconfianza y el desconcierto”, señaló.   

Los efectos de la crisis sanitaria por la COVID-19 y su impacto en las relaciones internacionales, las amenazas a la paz y turbulencias en las regiones destacan al comienzo del año, pero existe un consenso a la trascendencia de las restricciones impuestas por la pandemia. “No en vano esta ha sido considerada como  la amenaza más importante a la seguridad global, después de la Segunda Guerra Mundial”, acotó.  Los estados de alarma, de excepción y de emergencia se han convertido en rutina en la vida cotidiana de nuestros países, así como el cierre de fronteras.

“Esto ha ocasionada en casi toda la región un aumento del déficit fiscal, mayor endeudamiento, aumento de la informalidad laboral y una creciente inflación, no obstante la recuperación económica continuará aunque con mejor impulso.

Incluyó en su análisis los últimos procesos electorales celebrados en la región y sus resultados que “parecieran confirmar los ciclos históricos”. Advirtió que el cansancio por la política y el descontento “son en 2022 un llamado de atención que debe tomarse en serio”.

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