IEPFT INICIÓ LAS “CONFERENCIAS MAGISTRALES SOBRE POLÍTICAS PÚBLICAS A NIVEL LOCAL”
El experto en descentralización Fortunato González, con su disertación sobre federalismo este 17 de mayo, abrió la serie de exposiciones organizadas por el IEPFT para generar reflexiones acerca de las políticas públicas en Venezuela. Será los martes de cada cuatro semanas, hasta el 29 de noviembre.
La democracia en un sistema descentralizado debe comenzar desde abajo, en las ciudades y pueblos, también con el respeto de los partidos políticos nacionales a sus nacientes dirigencias locales, y el control ciudadano sobre sus dirigentes. Sin embargo, esto no está ocurriendo.
“Es lamentable observar que en nuestros municipios estamos perdiendo la base de la democracia. No hay división de poderes; tampoco hay respeto a la participación ciudadana y más grave aún, no existe autonomía municipal: el concejo municipal responde a los intereses del régimen y al partido político más que a la ciudadanía”.
Así lo consideró Fortunato González, investigador de los procesos de descentralización en Venezuela, y primer alcalde electo en la ciudad de Mérida, en 1990, durante su disertación “Estado Federal y descentralizado, retos y perspectivas”.
Y refirió que las divisiones de partidos políticos a nivel local “han sido impuestas por los intereses de los partidos nacionales, y eso va causando incluso problemas de enemistades personales entre los propios ciudadanos y los concejales, sus representantes”.
Inicio de un ciclo de conferencias magistrales
La exposición de este martes 17 fue la primera de las “Conferencias magistrales sobre políticas públicas a nivel local”, que ha organizado el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro (IEPFT) para ofrecer reflexiones sobre el tema, a partir de la visión de destacados especialistas en lugares del país.
El evento fue presentado por el profesor Carlos Mascareño, experto en estudios de desarrollo, quien en nombre del Instituto y de su presidente Ramón Guillermo Aveledo invitó a la participación de la serie, vía zoom, los días martes de cada cuatro semanas, de acuerdo con la programación establecida.
Así, los temas de las ocho conferencias son: Ciudades Sostenibles, dictada el martes 14 de junio próximo por la ingeniera Zulma Bolívar; Gobierno Abierto, el martes 12 de julio, por la profesora Christi Rangel; Servicios públicos: agua y aseo urbano, el 9 de agosto, a cargo del ingeniero Norberto Bausson.
Luego, la tributación municipal desde la perspectiva empresarial, el martes 6 de septiembre, por Tiziana Polesel, presidenta de Consecomerciio; Políticas públicas y medio ambiente, el 4 de octubre, a cargo de Jesús Delgado; Políticas y equidades de género, el 1 de noviembre, por Judith Arellano; y la última conferencia Desarrollo económico y social, el 29 de noviembre, que dictará Carlos Mascareño.
“Ha habido mucha actividad sobre eso pero la mayoría ha sido aislada y hemos querido darle ilación para mostrar al público una programación continua”, explicó el académico de la UCV.
Políticas públicas necesitan régimen de libertades
González, quien es también fundador del Centro Iberoamericano de Investigaciones Provinciales y Locales (Cieprol) de la ULA, con sede en Mérida, analizó el tema de las políticas públicas locales, desde su vasta experiencia profesional y vivencia personal en Mérida. No disponía de luz, agua ni internet al momento de su exposición.
Definió las políticas públicas como un plan de ruta hacia el desarrollo económico y social sostenible, conforme a la Constitución vigente y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Y mencionó requisitos indispensables.
Primero, solamente pueden ser formuladas por instituciones del Estado, bien sean nacionales en el caso de las regiones o locales en el caso de los municipios. “Sin instituciones que las formulen no habrá políticas públicas”. Y destacó que requieren de “legitimación”.
Además, que tengan legitimidad. “El fundamento más moderno, no de la legalidad, es que tenga una base de participación ciudadana que es fundamental para legitimarlas en una democracia moderna”. Y adicionalmente, que agricultores, comerciantes, productores y ONG, entre otros, tengan la posibilidad de opina sobre esa política pública. “Si esta coincide con otra región o estado, coincidiría con el poder político federativo y eso de entrada ya tendría una mayor legitimidad”.
Se refirió al tema de las ciudades, luego de hacer un repaso histórico sobre las políticas públicas exitosas que formularon en el pasado corporaciones como Fudeco, la CVG, y Corpoandes.
Y precisó que tener políticas públicas en la localidad implica contar con autonomía local plena, con un concejo municipal electo popularmente que actúe conforme a los intereses propios de la vida local.
“Esto requiere de un marco constitucional, político democrático, porque no puede existir autonomía, ni regional ni federal ni local, en un régimen totalitario de dictaduras, por blandas que sean, o por militaristas que sean”. Y prosiguió: “El Estado requiere de la democracia y la formulación de políticas públicas, bien a nivel nacional para beneficiar a las regiones que coincida o no con los estados federales o municipales, debe haber un régimen de libertades. Sin este es muy difícil que puedan existir políticas públicas exitosas”.
Descentralización es democracia
Descartó la posibilidad de un sistema alternativo a la democracia para el un Estado federal, toda vez que aquella es “precondición para un sistema de descentralización”. Aunque la democracia depende del “voto estúpido”, dijo, citando el ensayo Sociedades Inteligentes, Sociedades Estúpidas, del autor y filósofo español José Antonio Marina.
“Hay ciudades que están viviendo muy bien, pero terminan por elegir al hijo de un dictador como acaba de suceder en Filipinas; hay actitudes que responden simplemente a categorías no cerebrales ni del corazón, sino de la panza o del hígado, pero no una reflexión como debería hacerlo una sociedad a la hora de seleccionar a sus políticos y sus gobernantes”. Citó en América Latina casos de Colombia, Perú, y Chile “que han pasado por situaciones políticas y vuelven a caer en lo mismo”. “Habría que reflexionar un poco sobre la madurez política que tienen las sociedades que cuando viven mejor se van por los atajos del populismo abyecto”.
Y expuso la situación de los partidos políticos en medio de las “crisis populista, demagógica y de corruptelas que mataron a los partidos políticos en Venezuela”. “Hoy lo que existen son agrupaciones que no tienen definición clara desde el punto de vista ideológico, no se pueden calificar ni siquiera de democráticas, izquierda- derecha, sino que privan los intereses personales en la mayoría de los casos, y cuando surge alguna posibilidad en alguna localidad, o lugar, el poder nacional de esos partidos lo liquidan, lo ahogan”.
Luego de lamentar la progresiva pérdida de democracia en los municipios, señaló que uno de los retos del Estado federal descentralizado es que, a diferencia de otros países, la experiencia acumulada indica que “en Venezuela ha sido una mentira histórica”.
“En Venezuela el Estado federal no ha existido nunca en la práctica, salvo quizá en el único momento de mayor esplendor que fue en el segundo gobierno de CAP y gobierno de transición del presidente Ramón J Velásquez. Luego viene la tiranía, el gobierno semidemocrático pero militarista de Chávez y luego este desastre actual de una tiranía autocrática con algún toque civil.
Fortalecer el poder federal
Se mostró partidario de una reforma de la Constitución vigente, en donde si bien están establecidos los mecanismos para fortalecer el poder federal, hay que contemplar la distribución del poder. “No hay poder donde no hay fisco propio y donde no hay competencias exclusivas. Habría que darle más funciones propias a los estados, y estos deben comprender que tienen que cobrar tributos y ser entes de coordinación con los municipios que son los que verdaderamente tienen problemas todos los días con la población”.
Dejó claro su disconformidad con una refundación del Estado y con una nueva Constitución que se sumaría a las 36 registra la historia, si cuenta la enmienda. “Con la vigente podemos trabajar reformas fundamentalmente de la estructura del Estado, la distribución de poderes en el Estado, fortalecer el poder federal mediante la asignación de competencias propias, exclusivas y de ingresos propios, porque actualmente la Constitución no tiene. Y blindar ciertas competencias municipales que son interferidas”
También es necesario, indicó, fortalecer la democracia local, y replantear el modelo federal cooperativo para acercar a los municipios unos con otros, por pequeñas regiones. “Venezuela tiene 335 municipios y debería tener no menos de 1.500. Para elevar el número hay que pensar muy bien cómo controlar el tema de la burocracia, de la corrupción, del reparto del presupuesto municipal como si fuera una piñata, y hacerlo mucho más eficiente”.
Resaltó la convicción del venezolano por los valores democráticos, por encima de la crisis que sobrevive, y citó el caso de Barinas que eligió su candidato, a pesar de la división de la oposición y de las maniobras abusivas del gobierno. “Habrá que evaluar cómo se ha venido comportando ese nuevo gobernador, y también la enorme cantidad de alcaldes y concejales que ganaron en todo el país”.
Consideró indispensable generar en las poblaciones de los municipios mayor confianza en la convivencia y participación, “una responsabilidad compartida que todos tenemos la obligación de asumir para una vida colectiva pacífica, prospera, mediante la participación ciudadana y concienciación para elegir buenos concejales que deben ser primero buenos padres de familia, buenos alcaldes, y tener gobiernos locales altamente participativos y abiertos”.