Norberto Bausson: Es necesario sumar a los municipios para que los servicios lleguen a todos

“Servicios públicos locales: Énfasis en agua y aseo urbano” fue la cuarta Conferencia Magistral del ciclo organizada por el IEPFT, a cargo del especialista en gestión de agua e ingeniería ambiental. La cercanía entre usuarios y alcaldías es fundamental puede contribuir para revertir la percepción de 80% de rechazo ciudadano. Informó que la AN de 2021 adelanta un proyecto de ley de aguas que “tiene connotaciones políticas”

En Venezuela, el quiebre del proceso de descentralización y de la institucionalidad en más de dos décadas, ha ocasionado el deterioro progresivo de los servicios de agua potable y aseo urbano y que  más de la mitad de la población los considere negativos. “Dependen de que alguien quiera darlos o de cuando los pueda dar. Y es necesaria la organización y la participación ciudadana dentro de los municipios para revertir  la situación”,  señaló el ingeniero Norberto Bausson, especialista en gestión pública y privada de agua y saneamiento.

Bausson  dictó la Conferencia Magistral “Servicios públicos locales: Énfasis en agua y aseo urbano”, la cuarta del ciclo de disertaciones sobre Políticas Públicas a nivel local, organizado por el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro (IEPFT) con la finalidad de ofrecer reflexiones sobre temas específicos, a partir de las  visiones de especialistas.

El profesor Carlos Mascareño tuvo a su cargo la presentación del conferencista, vía online, y destacó la relevancia de los dos sectores, dentro del abanico de servicios públicos, para el desarrollo social y económico.

Durante su exposición, el ingeniero civil analizó las deficiencias y posibles soluciones de ambos servicios, vitales para los ciudadanos,  a partir de sus experiencias frente a organismos descentralizados. Estos fueron el  Instituto Municipal de Saneamiento Ambiental de Sucre,  el Instituto de Agua y Acueductos en ese municipio, ambos en el estado Miranda, y de la empresa Hidrocapital, entre las décadas de los 80 y 90.  “Agua potable y saneamiento, así como recolección, transporte, vertido y reciclaje de basura  tienen que ver con la salud del ciudadano y del ambiente, y por eso son servicios trascendentales”, acotó.

Agua potable, servicio inmerso en

Al abordar el tema del servicio hídrico, Bausson hizo un recorrido detallado de los hechos ocurridos  en los últimos  20 años, que interrumpieron la naciente descentralización en el marco de institucionalidad, con el cual se procuraba la sostenibilidad y la cercanía del ciudadano con el responsable del servicio. : 

“Las empresas  hidrológicas no están a la altura de la situación ni son capaces de revertir el servicio, según la vivencia de estos años viendo cómo el servicio sigue deteriorándose. La forma centralista de entender la organización no ha sido la correcta y la consecuencia la está viendo el ciudadano: un servicio que cada día decae más”.

Se refirió a la sólida legislación que regía el servicio de agua potable. Comenzó con la mención de la Ley Orgánica de Prestación de Servicios, aprobada en 2001, que establecía la restructuración institucional del sector agua potable, con empresas descentralizadas que permitían a los municipios conformar unidades de gestión, proveedores de servicio, para un manejo compartido con las autoridades locales.

“Eso no ocurrió y tampoco se creó la superintendencia nacional que monitorearía este proceso. La oficina nacional que tenía la responsabilidad de crear políticas a nivel nacional para sanea financieramente las organizaciones descentralizadas que manejarían el servicio a nivel municipal; el fondo de asistencia, y todo lo que involucraba el proceso de transferencia en cinco años, de 2001 a 2006,  no prosperó”.

Aun cuando  existía Hidroven, casa matriz que debería monitorear toda la condición de los acueductos y empresas operadoras en las localidades, la descentralización se paralizó y los municipios quedaron con las antiguas estructuras de antes de 1999.  Todos los planes de desarrollo se centralizaron, dijo.

Mencionó a la Constitución de 1999, que establece la protección del ambiente y la calidad del agua;  la Ley Orgánica del Ambiente, la Ley de Aguas, la Ley Orgánica de Ordenación del Territorio y la Ley Penal del Ambiente, como instrumentos claves, algunos transversales, para el desarrollo del servicio. Sin embargo, no se han ejecutado. 

El caso de la Ley Penal del Ambiente “es letra muerta”, dijo. “Prohíbe descargar  aguas servidas en los cuerpos de agua sin tratamiento, pero tenemos  muchos ejemplos a escala nacional, donde este impacto ha sido demoledor, como el Lago de Valencia, el embalse de Camatagua, La Mariposa, y otros tantos”

Señaló que la Asamblea Nacional de 2021 estudia en la actualidad un nuevo proyecto de ley de aguas. “Y debo decir que no me gusta para nada. Es una ley que tiene connotaciones de naturaleza política que nada tienen que ver con el manejo institucional, de desarrollo y de organización descentralizada” 

Bausson se refirió a soluciones para mejorar el servicio, luego de citar ejemplos de gestión local y estadal en agua potable que no han alcanzado concreción. Y advirtió que pasar de la retórica a lo práctico  tiene complicaciones muy grandes en Venezuela., porque  no todos los municipios tienen las mismas condiciones para operar sistemas de acueductos.

“Lo primero, organizarse institucionalmente dentro de los municipios es esencial para manejar ese reto. Aquí no hay milagros, no es que por cambiarle la camiseta a Hidrocapital en un municipio la cosa va a cambiar. Esto tiene que ver más con el personal que va a dirigir estas organizaciones a nivel local”, precisó.

Sugirió también modernizar las alcaldías con planes, basados en destrezas en el servicio, que permitan acercarse al ciudadano de modo constante y dar buen servicio. Es el reto y la diferencia entre gobiernos descentralizados y los que no son”.

Destacó también la participación púbico-privada para que se preste a los ciudadanos un servicio de calidad que desplace la necesidad de pozos profundos de agua y de cisternas.

“El servicio debe llegar a toda la ciudadanía y eso es responsabilidad de los gobiernos nacional y locales.  Lo más importante es entender que los municipios tienen propiedades y facultades que hay que sumar para hacer posible  que el servicio llegue al ciudadano de forma eficaz”, afirmó.

Aseo urbano: hacer útil a la basura

Este sector tampoco ha llegado la transformación institucional correcta”, indicó Bausson, luego de calificar el servicio como un tema “sensible”.

El ministerio de Ecosocialismo y Agua (antes de Ambiente) tiene diversas direcciones para el manejo de desechos y residuos sólidos y calidad ambiental,  pero no consolidan sus funciones.

Frente a esto, los 335 municipios del país tienen la responsabilidad del manejo de servicio que está regido por la Ley de Manejo Integral de la Basura, lo que consideró un avance  en favor de la descentralización: el control de los rellenos sanitarios compete al gobierno central o a los estadales, el transporte de desechos a los regionales y locales, y la recolección, limpieza y barrido es competencia exclusiva de los municipios.

Sin embargo, al igual que el sector agua, el servicio de aseo urbano se maneja de modo básico: generación, almacenamiento o acopio, transporte y disposición final, indicó. “No hay información oficial sobre el tema, pero aproximadamente de 400 sitios de disposición final a escala nacional, 60%  no cumple con las condiciones de relleno sanitario, y esto  impacta mucho al ambiente”. 

A diferencia del sector hídrico, en el de desechos sólidos existe una gama de opciones, como las concesiones a empresas, para operar el servicio, que está regido por la Ley de Gestión Ambiental. Esta sería aplicable en caso de procesos de descentralización. Pero también, como en el servicio de agua, estos “se quedaron truncados”.

Recordó que en los años 90, con la apertura de concesiones, empresas privadas  trabajaron a largo plazo,  con inversiones cuantiosas, y apostaban a una recuperación de retorno de capital a 20 años, sin embargo, no hubo claridad jurídica, y en 2004 se congelaron las tarifas. Esto trajo caos en el servicio, porque esas empresas quebraron y fue devuelto a manos del Estado, en perjuicio de los municipios.

Indicó que todo este proceso ocasionó atraso en el servicio, y en el caso de la ley “la implantación ha sido fallida” y los ciudadanos no han visto cómo sus costos son prácticamente impagables”. Esta normativa establece que las tarifas sean producto de la discusión en concejos municipales, luego de que se aprueben planes sobre el manejo operativo.

“¿Qué podemos lograr a nivel local con la basura? Muchísimo, apuntó Bausson.  Recordó que durante su gestión en Sucre se logró que de 1.000 toneladas diarias de desechos recolectados, 30 toneladas fueron sometidas a reciclaje en el marco de un plan de dos años con una asociación con los recolectores y recicladores, apoyados por la municipalidad. De esta surgió un centro de reciclaje municipal.  

En la actualidad, el reciclaje en Venezuela no llega ni a 2% de la cantidad de servicios que prestamos, refirió. “Muchos recolectores van directamente a los rellenos y eso debemos eliminarlo, porque es parte de la pobreza crítica del país; tenemos que convertirlos en  trabajadores  y esto se logra en simbiosis con las municipalidades”.  

“Hay que conformar instituciones que manejen este reto para poder entenderlo, diagnosticarlo y que lleguemos a un nivel adecuado, a través de la modernización de las alcaldías”.

“La meta en el caso de la basura, en contraste con otros servicios, es que se genere menos residuos, y que lo que se genere se pueda reusar y reciclar, como parte de un plan. “Es usar adecuadamente la ley y convertir la basura en una fortaleza, que tenga utilidad”.  Consideró además que la cercanía de los usuarios con los prestadores del servicio, es esencial, como en el caso del agua potable. ”Hay un trabajo muy importante de formación de personal para que puedan ser multiplicadores y favorecer el servicio”.

Con la mira hacia el futuro

Entre las conclusiones, el especialista resaltó la necesidad de impulsar las transformaciones nacionales, antes de que se inicien a nivel local, para asumir el servicio exitosamente.

“Hay algo fundamental: dentro del municipio hay una gran riqueza con todo ese capital privado para transformar las regiones.  Y eso  puede transformar todo el servicio que hoy está afectando no solo al ciudadano. Estamos en deuda con el ambiente”.

La próxima conferencia magistral del ciclo sobre políticas públicas, que desarrolla el IEPFT, está prevista para el martes 6 de septiembre próximo, y estará a cargo de Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio. 

Hasta ahora, han participado los especialistas Fortunato  González, sobre el Federalismo y Descentralización en Venezuela; Zulma Bolívar, con Ciudades Sostenibles; y Cristian Rangel, con el Gobierno Abierto.

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