Tiziana Polesel: Cambiar la mentalidad tributaria municipal para promover el desarrollo

En un repaso del fiscalismo al impulso del crecimiento, de las localidades,  la presidenta de Consecomercio expresó las inquietudes del sector, en la quinta de las conferencias sobre políticas públicas locales, organizadas por el IEPFT. La representatividad, la confiscatoriedad y la falta de transparencia en el poder local afectan al sector productivo y, en consecuencia, al desarrollo económico en las regiones, azotadas por la deficiencia de servicios básicos y la inflación

El mayor problema del sector comercio en municipios del país, asediados por las dificultades, es la “voraz” carga impositiva, sin equidad y sin cálculo de los costos reales que implica la actividad, lo que está ocasionando una contracción económica de 80% en las localidades, agravada por las fallas en los servicios públicos y la inflación.

Ante esto,  las empresas en las regiones se encuentran en la encrucijada de cerrar o pasar a la informalidad, lo cual demanda de los gobiernos locales un cambio de mentalidad en la política tributaria y en los ciudadanos para promover el desarrollo.

Las consideraciones fueron hechas por Tiziana Polesel, presidenta de Consecomercio, quien desde la perspectiva empresarial expuso las dificultades del sector comercio, en la Conferencia Magistral  “Tributación Municipal, hacia un acuerdo fiscal”.

Esta forma parte del ciclo de exposiciones que auspicia el Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro (IEPFT) que preside Ramón Guillermo Aveledo, para generar reflexiones acerca de las políticas públicas en Venezuela. 

Durante la conversación, la empresaria y académica, de larga trayectoria en el país, destacó la representatividad, la confiscatoriedad y la falta de transparencia en la fijación de tributos, como los más serios problemas que confronta el sector en los municipios en medio de la prolongada crisis económica.

El profesor Carlos Mascareño, en representación del IEPFT, presentó la quinta de las conferencias, cuyo objetivo es “conversar sobre temas fundamentales para el país desde la perspectiva de cómo suceden los asuntos públicos a nivel local”.

Informó que la próxima conferencia estará a cargo del dirigente Roberto Patiño, promotor de Mi Convive, y se realizará el martes 20 de septiembre.

Comprender el rol de las cámaras en los municipios

Al iniciar su intervención, Polesel explicó como aspecto esencial la estructura interna y organización del sector comercio, integrado por cámaras y asociaciones de comercio en las localidades, agrupadas en Consecomercio. “Es clave entender la acción de una cámara de comercio dentro de un municipio”. 

Destacó también la voluntariedad o libre agremiación como característica fundamental en la relación de las empresas con los organismos cúpula. “Esto da independencia y autonomía”, precisó. Y destacó la defensa de valores y principios fundamentales como el pluralismo, la democracia, las libertades económicas, la propiedad privada y el libre mercado.

“Dentro de nuestras atribuciones está también señalar dónde hay problemas, cuáles son las políticas públicas que nos afectan, y en algunos casos proponer alternativas o en otros reaccionar a algunas medidas que atenten contra estas libertades económicas que, al final, afectan el funcionamiento de las empresas”. Y agregó: “Nosotros no hacemos partidismo pero sí pretendemos hacer política pública, y eso lo tenemos muy claro”

Polesel, reconociendo los escollos que atraviesa la gestión municipal,  centró su exposición en las “inquietudes” que recogió de las distintas cámaras, fundamentadas en lo que  ocurre en las regiones del país,  y que, desde su visión, quiso destacar para aclarar que “la realidad de Venezuela no es lo que ocurre en Caracas y la que se vive de estado a estado es muy diferente”.

Se refirió a la situación “complicada, conflictiva” entre autoridades de algunas regiones y de empresas, que está generando una contracción económica de hasta 80%, agravada con la deficiencia de los servicios públicos. Entre ellos, la “intermitencia en el combustible”.

Ante esta contracción que afecta al consumidor, hizo público tres aspectos que perjudican en los municipios en la actualidad. El primero es la representatividad que conduce a la voracidad fiscal.

Representatividad y voracidad fiscal

“El gran problema que vemos en los municipios, en las relaciones de los alcaldes con las cámaras de comercio es que el gobernante local no logra entender en muchas ocasiones que quien le genera los ingresos es la empresa y no el Estado, como antes sucedía.  Y su reacción lógica es incrementar a los pocos que los pagan de manera voraz”.

Indicó que ha advertido, durante las conversaciones con cámaras y autoridades locales,  un “absoluto divorcio” entre el entender que a más empresas en un municipio más ingresos, y el pensar muchas veces solo en función de los votos de los ciudadanos. “Esto hace que la mayor carga impositiva la traslade a las empresas”, dijo. Y señaló que en muchas localidades, ni siquiera el 20% de los contribuyentes pagan impuestos, razón por la cual se está generando allí un “fenómeno terrible”: la migración de empresas hacia la informalidad.

“En los municipios donde esto se ha entendido, los alcaldes se sientan con cámaras de comercio, con empresarios de la zona, y tratan de conocer los números de esas empresas para poder llegar a tasas o tributos racionales, es decir, que no signifique colocar al comerciante frente al dilema o cerrar o pasar a la informalidad”.

En este contexto, citó como caso emblemático el servicio de aseo urbano. Aludió el conflicto surgido en el municipio El Tigre, en el estado Anzoátegui, por las “impagables” tarifas del servicio de recolección de desechos sólidos que cobran a los comercios formales, luego de que la alcaldía contrató a una empresa privada para prestar el servicio. “El ciudadano que vota prácticamente no está pagando monto alguno por el servicio”.

“Venimos de un proceso de informalización por toda la carga de impuestos pero también están las empresas que no lograr pasar a la formalidad por la excesiva carga impositiva. Esto genera conflicto”.

Luego de resaltar que una empresa de aseo urbano en Venezuela paga el 8.000% más que una similar ubicada en Toronto, Canadá, llamó a los alcaldes a “un cambio de mentalidad”.

“Los alcaldes del futuro deberían deslastrarse de esta facilidad que es no tocar al ciudadano común, al que vota, sino poner toda la carga impositiva en las empresas ubicadas en el municipio. Es algo que exige de nosotros un gran esfuerzo para cambiar; hay que cambiar la mentalidad porque ese es el cambio que aspiramos a que se produzca en todos los ciudadanos. Salir de esa mentalidad de que el petróleo lo pagaba todo a entender que nosotros debemos ser los propios generadores de nuestra riqueza, con nuestra capacidad, voluntad y trabajo”.

Confiscatoriedad de los impuestos municipales 

El segundo aspecto expuesto por Polesel fue el carácter de confiscatorio que de los impuestos en algunos municipios y que dificulta el rol de las empresas en su empuje para el desarrollo económico. “Eso sin hablar del tema de la doble o triple tributación”, atajó.

“El tema de la confiscatoriedad es realmente grave porque  la mayor parte de los comerciantes tenemos que pagar los impuestos municipales con base en los ingresos, y no se toman en cuenta los costos que tienen las empresas”. Esto, además de la ley que impone que el margen de ganancia en el sector no puede ser superior a 30%, agregó

En el tema de los costos, algunos con “carácter confiscatorio”, indicó las pérdidas que ha ocasionado la contracción del consumo agudizada por la pandemia, y más recientemente el tema de los dólares, en el que al comerciante se le obliga a cobrar por tasa del BCV pero no puede pagar la mercancía con la misma tasa.

Añadió la ausencia de créditos bancarios, indispensables para la actividad comercial, y el costo “triplicado” en las alcabalas. “Lo que antes se consideraba costo de traslado de mercancía probablemente se ha multiplicado por cuatro y se siguen pagando los impuestos municipales conforme con los ingresos, sin considerar  los costos en que se incurre”. Añadió el retraso en el traslado de mercancía, que ocasiona la espera de la llegada del diésel para abastecerse en los estados, el petro y la dolarización en transacciones. “Allí comienza la complejidad en el manejo de las operaciones”, dijo.

Los impuestos se llevan buena parte del ingreso que tiene la empresa, explicó “Cuando se compra un producto venezolano, el 60% son impuestos nacionales,  regionales, municipales, específicos del sector”, apuntó.  Si pudiéramos trazar un promedio, este ronda el 20%, quiere decir que cada vez que usted compra algo, el 20% de lo que se paga son impuestos pero hay productos en que los impuestos llegan a 72%, porque están calculados con base a los ingresos”. 

La mayoría de las empresas al hacer el cierre de mes se da cuenta de que ha perdido dinero. “Lo dicen hasta en Delta Amacuro, voy a cerrar o me voy a la informalidad, porque todo se lo lleva los impuestos y nadie trabaja de esa manera”.

Transparencia necesaria

“Los empresarios no hemos logrado transmitir a nuestros propios clientes o consumidores lo que significa la actividad comercial en Venezuela”, admitió Polesel.

Resaltó como tercer aspecto que afecta a los comerciantes el relativo al manejo transparente de rendición de cuentas, de las cifras, “que es otra aspiración del comerciante en cualquier municipio, donde quiera iniciar actividad”. Casi ninguna alcaldía, señaló, ofrece información sincera sobre su población, cuántos comercios registrados, ni cuántos vehículos circulan en el municipio.

 “Hay mucha opacidad en cifras municipales, estadales y nacionales y es indispensable para el manejo de cualquier comercio e inclusive ofrecer mejores productos”.

Por último, abordó el tema de la creación de mayor número de municipios en Venezuela para favorecer la carga impositiva y costos en las localidades.

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