Resolver desafíos pendientes es esencial para normalizar las relaciones entre Venezuela y Colombia
Se requiere visión de política de Estado y generar confianza, para avanzar en la reconstrucción de las relaciones bilaterales, expresaron Ramón Guillermo Aveledo, presidente del IEPFT, y Edmundo González, coordinador de Relaciones Internacionales del Instituto, durante el coloquio Venezuela y Colombia, desafíos de la convivencia, que se realizó en la ciudad de Barquisimeto
Es necesaria la normalización de relaciones entre Venezuela y Colombia que, entre semejanzas y diferencias, han preservado la paz por más de tres décadas. Pero ello supone superar los desafíos pendientes y abordarla con una visión de política de Estado que implica trabajar en una “estrategia multisectorial” para generar confianza e incorporar a actores de la sociedad, en beneficio de estos países vecinos.
Tales consideraciones fueron expuestas por Ramón Guillermo Aveledo, presidente del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, y Edmundo González, coordinador de Relaciones Internacionales de esta institución, en el coloquio Venezuela y Colombia, desafíos de la convivencia, que se realizó en la sede del Colegio de Médicos del estado Lara, en Barquisimeto.
La actividad fue organizada por el IEPFT y patrocinada por un grupo de instituciones de la entidad. Aveledo agradeció la receptividad de la iniciativa.
René Rivas, presidente del Colegio de Médicos, dio la bienvenida a los conferencistas, en nombre de la Junta directiva. En su breve discurso, instó a profesionales de la medicina y todo el sector sanitario larense a “estar atentos a todos los eventos que ocurren”. “Nuestro país nos llama a seguir luchando con fervor, rescatar la democracia y preservar la institucionalidad de nuestros países”.
Marco Tulio Mendoza, profesor de la UCLA, fue el moderador y presentador de los conferencistas.
Estrategia multisectorial
González, embajador y con amplia experiencia internacional en predios universitarios naciones y extranjeros, inició el coloquio destacando la importancia y conveniencia de las relaciones bilaterales, en el contexto de reacomodos regionales, con el triunfo de Gustavo Petro, llamado “la teoría del péndulo”.
Analizó los desafíos, lazos y altibajos de los países, en una frontera común de 2.219 kilómetros, para la reconstrucción de las relaciones, en ocasiones ensombrecidas por “acechanzas belicistas” y más allá de la designación de embajadores Félix Plascencia y Armando Benedetti.
Recordó que por décadas ambos países apelaron al diálogo y a la negociación directa para dirimir sus discrepancias, basados en el “extraordinario andamiaje institucional”, que fue clave para el manejo de las relaciones que fueron ejemplo de real integración.
Frente a este antecedente, consideró la normalización de relaciones “un elemento clave para la necesaria convivencia” de los dos países. “El gobierno venezolano ve con buenos ojos este proceso, que, a su vez, le ayuda en su estrategia de romper el aislamiento internacional”, dijo.
Advirtió que solo si se aborda esta aproximación en la relación con sentido de política de Estado, y no privilegiando dogmas ideológicos, “estaremos dando un paso en la dirección correcta, sería una visión estratégica responsable”.
Citó entonces algunos desafíos. Entre estos, la crisis venezolano que ha ocasionado la migración forzada de 7.1 millones de migrantes venezolanos en el mundo, según cifras de Acnur, la segunda de mayor magnitud en el mundo. Y de estos, 2.5 millones estarían en Colombia. Este éxodo requiere la “inmediata reactivación” de oficinas consulares, para atender las demandas de la población.
También la estrategia internacional moderada y pragmática de Petro y la expectación sobre la ofrecida reforma tributaria. “Se requiere la recuperación de la confianza que permita atender asuntos vinculados a la seguridad, retomar el intercambio comercial, la atención humanitaria, así como las garantías a los derechos humanos”.
Dijo que si bien para 2008 el intercambio comercial fue de 7.269 millones de dólares, en la actualidad llegó a 975.000 dólares, durante la reciente apertura de la frontera, luego del cierre por 7 años. En 2021 fue de 400 millones de dólares. También mencionó la reapertura de vuelos comerciales.
Para las relaciones, agregó, se debe trabajar en una estrategia multisectorial para favorecer el diálogo no solo a nivel gubernamental entre Caracas y Bogotá, sino también con actores de la sociedad. “Allí está el ejemplo de la organización Puentes ciudadanos Colombia y Venezuela, iniciativa de la sociedad civil que busca abrir caminos de entendimiento entre los dos países”.
Otros desafíos son el rescate de la institucionalidad a través de instancias como la Copiaf y la Combifron, así como las negociaciones con el ELN que está por verse en noviembre. “La decisión del gobierno de Petro de solicitarle a Venezuela que vuelva a ser garante del proceso de paz con el ELN, es un asunto complejo y delicado”, señaló. “La gran mayoría de las personas de la zona quiere una frontera abierta y apta para el comercio y el intercambio cultural y social”.
Temas clave en las relaciones
Aveledo, profesor y académico larense y especialista en ciencias políticas con vasta trayectoria parlamentaria, ofreció su visión sobre los cambios experimentados en ambos países y en el mundo, durante 35 años, luego de la “crisis de la Corbeta Caldas”. Partió de las consideraciones del profesor Leandro Area Pereira, especialista en el tema binacional.
De Colombia, se refirió a varios hechos antes de iniciarse el nuevo gobierno, en agosto. Mencionó la gestión macroeconómica y el manejo prudente de las finanzas que en los últimos 10 años ha generado un crecimiento de la economía de 36%, una de los más altos de la región. En 2021, en tiempos pos pandemia, tuvo un desarrollo de 10.7% en 2021 y se proyecta un 7.1% en 2022, según el Banco Mundial. Mientras, en Venezuela la economía es la quinta parte de lo que era en 2013, señaló.
En el aspecto político, aludió los acuerdos de paz Santos-FARC, aún con disidencias operando en la frontera, luego de haberse registrado en ese país la mayor violencia de la región con grupos subversivos y asesinatos. “Petro ha iniciado diálogo con ELN que es una de las políticas principales de su política de gran implicación”, refirió. En Venezuela, por su parte, se vive la inédita y profunda crisis en todos los órdenes que tiene como una de sus expresiones la migración más numerosa de la región.
Abordó también la conformación partidista con el triunfo de Petro y el gobierno de base ampliada, fuerte en el Congreso, con siete organizaciones que conforman la coalición, a la que se une el de Comunes y los Neutrales. “El sistema de partidos ha sufrido un sacudón distinto, como en otros países”, destacó.
En materia de política exterior, resaltó de Colombia la “cautela pragmática e incluso declarativa”, especialmente en el tema de las relaciones con Venezuela, mientras alza el tono en foros como en la reunión del Consejo Presidencial Andino y en la ONU con el tema de la “guerra contra las drogas”.
Ante esto, dijo, Venezuela parece mejorar su posición en la región, con anuncios como el de la posibilidad de volver a la Comunidad Andina de Naciones, y el empleo de voceros más profesionales como los embajadores Palencia, en la reconstrucción de relaciones con Colombia, y Carlos Faría Tortosa, ingeniero mecánico formado en Ucrania y frente a la embajada de Rusia, en su invitación a poner fin a las tensiones entre los dos países.
La frontera es para Aveledo un tema clave en la normalización de relaciones diplomáticas bilaterales, en virtud de la ilegalidad que se ha instalado allí durante los siete años de cierre y donde crecen los desafíos por resolver.
También destacó como “muy necesario” atender el comercio internacional, la comunicación aérea comercial y la negociación con el ELN que tiene presencia en Venezuela en los estados Bolívar, Apure y Amazonas, y en las actividades mineras, con el permiso del gobierno del país.
