“Deseamos el éxito de los diálogos de paz, pero estamos conscientes de sus dificultades”

En los espacios del Cerpe de la Universidad Católica Andrés Bello, especialistas de la talla de César Pérez Vivas, Fernando Gerbasi, Beatriz de Majo y Leandro Area disertaron sobre las implicaciones y beneficios que traería la consolidación de un acuerdo de paz en la República de Colombia.

El Presidente del Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, Ramón Guillermo Aveledo recurrió a referencias del magisterio pontificio para dar la bienvenida a los asistentes y resaltar que “la paz es una aspiración natural y un derecho de los seres humanos, por lo que resulta absurdo sostener que la guerra es un medio idóneo para resarcir el derecho violado”, tal como lo dijera Juan Pablo II.

Aveledo continúo aseverando que los colombianos tienen grandes y legitimas esperanzas depositadas en el éxito de estas conversaciones, pues son demasiados los años que la crueldad de la violencia ha azotado a esa región. Haciendo referencia a la cercanía con Venezuela, el presidente del IEPFT aseguró que “Tan cerca está Colombia que nos queda adentro. Los venezolanos sentimos ese conflicto que no es lejano, y tampoco ajeno. Lo sentimos porque nunca nos será indiferente el sufrimiento de un pueblo hermano. Lo vivimos, y no solo en Apure, en Barinas, en Táchira, en Zulia, aunque allí nuestros compatriotas reciban mucho más directamente su impacto. Como venezolanos, tenemos interés en los temas colombianos. Hacemos seguimiento del proceso de diálogos de paz, tan deseosos de su éxito como conscientes de sus dificultades”.

Como conocedor de la realidad fronteriza, el ex Gobernador del Táchira, César Pérez Vivas apuntó que desde hace seis décadas los venezolanos sufren los embates de los grupos armados en la frontera, sin embargo, sentenció que desde la llegada del llamado “proceso bolivariano” hace catorce años, la cantidad de secuestros perpetrados por estos grupos disminuyó, en primer lugar por el cambio de interese económico de estas organizaciones, que consiguieron en el narcotráfico un negocio más fructífero que en los secuestros, y en segundo lugar porque ante la mirada complaciente del gobierno, usan a Venezuela y a su territorio como zona libre de operaciones.

Por su parte, la internacionalista, Beatriz de Majo consideró que los beneficios que ambas naciones pueden obtener deben verse a largo plazo, dejando por sentado que el proceso de diálogo no tiene posibilidad de fracasar, por las implicaciones políticas que esto podría tener ante las venideras elecciones presidenciales colombianas y la intención de reelección de Juan Manuel Santos, quien además parece estar en la carrera por la nominación al premio Nobel de la Paz.

Majo sentenció, que si bien es cierto, Colombia vive un estado de aparente crecimiento económico en comparación con Venezuela, este no pareciera ser duradero en el tiempo, por lo que la relación con el futuro gobierno venezolano debe mantenerse en buenos términos, para obtener provecho económico para ambas naciones. “Los colombianos son eminentemente exportadores y los venezolanos históricamente importadores. Es una relación ganar-ganar para las dos naciones”, aseguró.

En la misma línea, seguro de que el proceso de paz se consolidará antes de finalizar el tercer trimestre del año 2013, el profesor Leandro Area cuestionó las implicaciones que tendrá para el mencionado proceso, el cambio de gobierno en Venezuela como consecuencia de la situación de falta absoluta, así como las repercusiones de la desaparición física de la figura de Chávez, quien, indiscutiblemente, jugó un papel protagónico y polémico en este proceso.