Expertos analizaron las políticas gubernamentales del chavismo

El Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro y la Universidad Católica Andrés Bello realizaron el foro “¿Cómo gobierna la Revolución Bolivariana?” cuyo panel estuvo integrado por Eglé Iturbe, ex ministra de Hacienda; Héctor Briceño, sociólogo y jefe del Área sociopolítica del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela; y el economista Luis Oliveros.

Durante su ponencia “El Estado  y la Administración Pública en el chavismo”, Iturbe aseguró que la Administración Pública es receptora y contribuyente en la transformación del sistema político de las naciones y ahondó en la evolución de su estructura en el país desde el año1958. Recordó que hasta el año 1998 el sistema era presidencialista con estilos propios de cada administración, contaba con aproximadamente 17 ministerios y mantenía un proceso de creación, discusión y aprobación de políticas públicas.

Iturbe cree que el presidente, Nicolás Maduro está “atrapado” entre la defensa del “legado” de Hugo Chávez y la posibilidad de ajustar las políticas públicas en el país, por ello ha concentrado el poder en ocho personas, cuenta con 32 ministerios y 38 misiones. “Para resolver los problemas ha creado instituciones. Acude a la manipulación de la gente para hacerle sentir partícipe de su Gobierno”, reflexionó.

Por su parte, Briceño disertó sobre “El sistema de partidos durante el chavismo” y recordó que durante su campaña, en el año 1998, Chávez mantuvo un discurso anti partidista. “Los partidos solo eran necesarios para legitimar al régimen, pero nunca para poner en riesgo el ejercicio del poder (…) la crisis de representación se mantiene, la gente no se siente representada con los partidos actuales”, dijo.

Cree que debe haber un cambio en el ambiente político para la consolidación de un sistema que se diferencie del actual ejercicio hegemónico interno del Presidente.

Finalmente, Oliveros comenzó su ponencia “La institucionalidad económica” recordando que Venezuela ocupa por cuarto año consecutivo el último lugar en el índice de Sistema de Justicia elaborado por The World Justice Project en el que se analizan 113 naciones.

Dijo que el país actualmente tiene un pobre desempeño macroeconómico y su debilidad institucional ha sido el caldo de cultivo para un elevado nivel de corrupción. “Venezuela es un excelente ejemplo de cómo el deterioro en el arreglo institucional genera pobreza, corrupción y estancamiento económico en un país”, afirmó.

Ante una eventual transición política recomendó hacer frente a la corrupción y diseñar incentivos que permitan “atacar” la impunidad. “Podemos cambiar la política cambiaria y fiscal, pero si no fortalecemos las instituciones los problemas volverán”, concluyó.

 

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